Kanji para la palabra "Imponer", se pronuncia kasuru (Tomada de Japanese Symbols.org)
Retirarse silenciosamente cuando el amo habla de uno, en buenos o malos términos, indica perplejidad. Se debe poder dar una respuesta apropiada y estar decidido previamente. Cuando se os encargue una cierta función, la alegría o el orgullo que vosotros sentiréis se reflejará en vuestro rostro y eso es algo inconveniente. Algunos, conscientes de sus fallos, piensan: "Soy torpe pero debo cumplir cueste lo que cueste mi misión. ¿Cómo la voy a llevar a cabo? Esto puede ocasionarme muchos motivos de ansiedad". Aunque estas palabras no se pronuncien jamás, se reflejarán claramente en vuestro rostro. Esto es una prueba de modestia. Es por inconstancia y ligereza que nos apartamos de la Vía y que nos comportamos como novicios. Entonces somos fuente de molestias. El año pasado, en el curso de una reunión, un hombre expuso su punto de vista y afirmó que estaba dispuesto a matar al animador de la reunión si su opinión no era adoptada. Su moción fue aceptada. Cuando todos los procedimientos fueron terminados, dijo: "Han dado su consentimiento demasiado rápidamente. Pienso que son débiles y no son dignos de ser los consejeros de su amo".
Cuando una reunión oficial es extremadamente seria y alguien introduce, con ligereza, temas diferentes los participantes expresan su despecho y se enfadan. Esto no está bien. En tales momentos la etiqueta de Samurai consiste en permanecer calmado y tratar a la persona con benevolencia. Maltratar a alguien es una conducta digna de un lacayo.
Hay momento en donde uno tiene realmente necesidad de los demás. Si esto se repite a menudo, éstos acaban por encontrarlo inoportuno y desplazado. Para ciertas cosas, más vale no tener que tener que contar con los demás.
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