julio 17, 2008

El dragón y la princesa

Supongamos la siguiente situación, “En lo alto de un castillo, hay una linda princesa, que es custodiada por un terrible y gigante dragón", así se abordaría esa situación según cada estilo de ROCK:
POWER METAL:
El protagonista llega al castillo en un caballo blanco alado, escapa del dragón, salva a la princesa, se van lejos y hacen el amor.



TRUE METAL:
El protagonista llega al castillo y vence al dragón en una batalla utilizando su espada. Bañado en la sangre del dragón, lo hace con la princesa.






THRASH METAL:
El protagonista llega la castillo, pelea con el dragón, salva a la princesa y se la tira.





HEAVY METAL:
El protagonista llega al castillo en una Harley Davidson, mata al dragón, se toma unas chelas con la princesa y después lo hacen.






FOLK METAL:
El protagonista llega con varios amigos tocando el acordeón, alaude, violín, y otros instrumentos extraños. El dragón se queda dormido de tanto danzar, y luego se van… sin la princesa.



VIKING METAL:
El protagonista llega en un navío, mata al dragón con un hacha, lo cocina y se lo come. Viola a la princesa, saquea el castillo y le prende fuego a todo antes de irse.




DEATH METAL:
El protagonista llega, mata al dragón, se tira a la princesa, la mata y se va.






BLACK METAL:
Llega de madrugada, en medio de la neblina, mata al dragón y lo empala frente al castillo. Sodomiza a la princesa, la corta con una daga y bebe su sangre en un ritual antes de matarla. Después descubre que ella no era virgen y la empala junto al dragón.



GORE METAL:
Llega, mata al dragón, lo quema. Sube al castillo, se tira a la princesa y la mata. Después se la vuelve a tirar. Quema el cuerpo de la princesa y se la tira de nuevo. Antes de marcharse se come al dragón y a la princesa.

DOOM METAL:
Llega al castillo, ve el tamaño del dragón, se deprime y se suicida. El dragón se come el cadáver del protagonista y después se come a la princesa.




NU
METAL: Llega al castillo y se jacta de lo bueno que es peleando y de que es capaz de ganarle al dragón. Pierde miserablemente y queda hecho una mierda. Huye y encuentra a la princesa, le cuenta su trágica infancia. La princesa lo cachetea y se va a buscar al protagonista de “Heavy Metal". El protagonista “Nu" se toma un prozak y se va a grabar un disco de “The best of".



ROCK N’ ROLL CLÁSICO:
Llega en una moto fumándose un troncho y se lo ofrece al dragón, que resultó que era su amigo. Luego acampa con la princesa en la parte más apartada del jardín, y después de mucho sexo, drogas y rock n’ roll, tiene una sobredosis de LSD y muere ahogado en su propio vómito.


PUNK:
Le tira una piedra al dragón y huye. Pinta la “A" de anarquía en un muro del castillo. Le hace un peinado tipo “mohicano" a la princesa y abre un kiosko de fanzines en el pasadizo del castillo.





PROGRESIVO:
Llega, toca un solo virtuoso de guitarra de 26 minutos. El dragón se mata de tanto tedio. Llega donde la princesa y toca otro solo explorando todas las técnicas de tonos y compases aprendidas en el ùltimo año en el conservatorio. La princesa huye buscando al protagonista de “Heavy Metal".
HARD ROCK:
Llega al castillo en un convertible rojo, acompañado de dos rubias pechugonas y tomándose una botella de Jack Daniels. Mata al dragón con un cuchillo y luego hace una orgía con las rubias y la princesa.





GLAM
METAL: Llega al castillo. El dragón se ríe tanto al verlo que lo deja pasar. Entra al castillo, se roba la laca y el lapiz labial de la princesa. Luego convence al dragón de pintar el castillo de rosado y hacerse unos rayitos.




GOTHIC METAL: Llega todo de negro y con la cara llena de polvo blanquesino, hablando de lo bonito que seria morirse y cortandose la venas por el camino, cuando llega al castillo se encuentra al dragon y piensa que es super siniestro… asi que se cuelga del arbol mas cercano para demostrar que él es mucho más siniestro que el dragón… el dragon se deprime y se suicida tambien…

julio 16, 2008

Cambio Climático y Hambre

(tomado de Rebelión.org)
El ritual de la cumbre del G8, celebrada de 7 al 9 de julio en Hokkaido (Japón), ha dejado pocas novedades. Frente a la situación de hambruna y de avance del calentamiento global, los líderes de las principales potencias se han limitado a promover las mismas políticas que han conducido a la situación de crisis. La agenda de la cumbre venía marcada por tres temas de primer orden: economía mundial (aumento de los precios del petróleo y de los alimentos), cambio climático y desarrollo en África, principalmente. El tema de la deuda, una cuestión clave en pasadas ediciones ha quedado relegada al anonimato pese a seguir siendo una de las principales causas de empobrecimiento de los países del Sur. Las crisis económica, energética, alimentaria y ambiental han marcado la agenda en Japón.
Crisis alimentaria.
A lo largo del 2008, hemos visto sucesivas revueltas en los países del Sur porque la gente no tenía acceso a los alimentos. El aumento exponencial del precio de estos, los ha convertido en inaccesibles para amplias capas de la población en África, América Latina y Asia que no tienen suficientes recursos para comprarlos, a pesar de que en la actualidad se produce más comida que nunca antes en la historia. El resultado: se calcula que hoy unos 950 millones de personas en todo el mundo pasan hambre.
Frente a esta situación, los líderes del G8 han instado a una mayor liberalización del comercio y han reprendido a aquellos países que están priorizando el consumo autóctono y reduciendo las exportaciones. Vietnam, India, Argentina, Filipinas, Costa de Marfil, Tanzania... han prohibido la exportación de arroz, trigo u otros alimentos para poder así atender las necesidades alimenticias de sus pueblos. De hecho, las medidas que promueven los líderes mundiales son, precisamente, las mismas que nos han conducido a la situación de hambruna: apertura indiscriminada de los mercados, intensificación y sobre producción agrícola destinada a la exportación, subvenciones a la industria agroalimentaria, etc.
Calentamiento global.
En relación al cambio climático, se ha firmado un nuevo acuerdo en el que los miembros del G8 se comprometen a trabajar para reducir a la mitad sus emisiones de CO2 (el principal causante del calentamiento global) para el año 2050. Pero, ¿nuestro planeta puede esperar hasta esta fecha? Y, ¿qué credibilidad nos merece este comunicado cuando no se ha precisado el año base para el cálculo de las reducciones y ni siquiera Estados Unidos ha suscrito el protocolo de Kyoto? No podemos olvidar que la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de estos países.
Para acabar con el cambio climático, el G8 ha puesto al Banco Mundial al frente de esta empresa otorgándole un papel preeminente en la financiación e inversión en tecnologías y desarrollo “limpio”. Como afirmaban desde Amigos de la Tierra, parece ser que “el zorro cuidará del gallinero”. El Banco Mundial es uno de los principales acreedores de las industrias de combustibles fósiles, financiando extracción petrolera, de carbón, gas... con un fuerte impacto ambiental y social en los países del Sur. Además, las principales compañías beneficiarias de estas inversiones tienen su sede central en los países del G8.
Palabras vacías y soluciones reales.
Como viene siendo habitual en estas cumbres, en Hokkaido, los líderes de los países más ricos del mundo se han limitado a pronunciar declaraciones de buenas intenciones vacías de contenido y a realizar gestos de impacto mediático. Los compromisos reales parecieran no tener cabida en una cumbre donde priman los eslóganes y las fotografías de familia. Ya en el año 1999, en Colonia, el G8 se comprometió a anular el 90% de la deuda bilateral y multilateral de los 42 países más endeudados del planeta. Pero las cifras reales, setenta mil millones de dólares, equivalían tan solo a un 3% de la deuda total de los países del Sur. Sin ir más lejos, en la cumbre de Gleneagles, en el 2005, los jefes de estado aseguraron aumentar la ayuda para África hasta 50 mil millones de dólares para el 2010. Según informes recientes, se calcula que esta cifra difícilmente se va alcanzar. Podríamos poner otros ejemplos, porque el ritual se repite año tras año. Las declaraciones bienintencionadas acaban siempre en papel mojado.
Los movimientos sociales que han salido a la calle en motivo de la cumbre, como Jubileo Sur, el Comité por la Abolición de la Deuda Externa, Vía Campesina... lo han dejado bien claro al afirmar que la solución pasa porque se prohíba la especulación en los precios de los alimentos, se respeten los esfuerzos de los países del Sur por revertir las políticas que han conducido a la situación de crisis, se deje de financiar proyectos que contribuyen al cambio climático y se cancelen, de una vez por todas, las deudas ilegítimas. Los gobiernos del G8 tienen en su mano la posibilidad del cambio, por algo se encuentran al frente de las principales potencias políticas, económicas y militares a escala global. Pero, como decíamos anteriormente, se encuentran faltados de voluntad política. Evidentemente, quien sale ganando nunca renunciará a la gallina de los huevos de oro.
*Esther Vivas

julio 11, 2008

12 octubre


Los "moais" de Pascua podrían estar orientados en función de las estrellas

(tomado de terraantiqvae y EFE)

El hallazgo sobre las enigmáticas esculturas es resultado de una investigación de un astrónomo canario y un antropólogo chileno, que desmienten la alineación de estos monumentos con respecto al sol. Las enigmáticas esculturas de la isla de Pascua, los "moais", podrían estar orientados de forma consciente hacia determinadas estrellas, más importantes que el Sol para la civilización "Rapa nui", afirma en una entrevista a Efe el astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias Juan Antonio Belmonte.

El investigador ha hecho, junto con el antropólogo de la Universidad de Chile Edmundo Edwards, "una reinterpretación arqueoastronómica" de los "ahus" -las plataformas ceremoniales sobre las que se erigen los moais, para lo que estudiaron unos 30 de esos emplazamientos. Ambos han "reinterpretado" teorías anteriores, especialmente del astrónomo estadounidense William Liller, para quien los ahus estaban orientados hacia las puestas y salidas del Sol en los equinoccios y en el solsticio de invierno.

Juan Antonio Belmonte precisa que hay más de un centenar de "ahus" en la isla, por lo que habría que hacer un estudio estadístico "en detalle" para verificar que se orientaban en función de la astronomía y de la topografía, algo similar a lo que, para su sorpresa, encontró este arqueastrónomo en Egipto. "Los egiptólogos decían que los templos estaban orientados hacia el Nilo y nosotros hemos hallado que los egipcios elegían lugares con una orientación astronómica sugerente, que a la vez eran perpendiculares al río", explica. En Pascua podría haber ocurrido algo parecido pero se necesita "un estudio a fondo".

Una peculiaridad de los "ahus" es que la mayoría están colocados de forma que las estatuas dan la espalda al mar, lo que en principio sugiere que la orientación dominante es la topográfica. Los moais "miraban" al poblado de sus descendientes, pues se supone que son estatuas de grandes jefes muertos. Sin embargo, los investigadores encontraron "connotaciones arqueoastronómicas interesantes" en estatuas situadas en el interior de la isla, de las que una está "claramente" orientada hacia las Pléyades y otras hacia la constelación de Orión.

La idea de que los "ahus" y sus moais están orientados hacia las estrellas parte de las investigaciones que sobre el terreno ha hecho el antropólogo Edmundo Edwards, que reside en Pascua, pues está casado con una nieta del último soberano aborigen de la isla. Edmundo Edwards había oído las "ideas antiguas y la tremenda importancia" que dan los ancianos de Pascua a las estrellas y, sobre todo, a las Pléyades, que ellos llaman "matariki" (pequeños ojitos), y al Cinturón de Orión, "tautoru" (los tres bellos) "pero al Sol no le prestaban mucha atención". Para los habitantes de Rapa Nui, las Pléyades indicaban el principio del año en el mes de Anakena, cuando salían al amanecer, y marcaban en su última visión de la tarde la estación de Hora nui, la mejor del año, cuando se abría la temporada de pesca y se realizan rituales en honor de los antepasados frente a los ahus con sus moais, y estaba prohibida la guerra.

Orión también marcaba el principio del año y el inicio de las fiestas principales de la isla, las "Paina", en torno a la primera luna del verano. En el extremo oriental de Pascua, en la aislada península de Poike, se encuentra además un lugar con una piedra inscrita con grabados conocida como "la piedra para observar las estrellas", y próxima a esta hay otra donde se representaba un mapa estelar. Para Belmonte y Edwards, este mapa podría ser una representación bastante realista de las Pléyades y la presencia de anzuelos en su decoración sugiere "una conexión con la temporada de pesca", que venía marcada por el orto y el ocaso de estas estrellas.

Precisamente ambas piedras están en el único lugar de Pascua donde se ven las Pléyades al salir y ponerse en un horizonte "despejado", sobre el mar. Belmonte explica que los habitantes de Pascua utilizaban las estrellas como guía para la navegación y para el control del tiempo, a través de la observación de sus ortos y ocasos en momentos clave del año. Guiados por las estrellas. La observación de las estrellas es fundamental en el Pacífico para orientarse entre las islas, un papel "crucial" que pervive en Pascua a diferencia de Canarias, con mucho más relieve geográfico y con unos aborígenes de raíz bereber, con culto al Sol y la Luna. Para los investigadores, el solitario moai de Ahu Uri a Urenga habría mirado hacia la salida de las Pléyades poco antes de la salida del Sol en el solsticio de invierno, dando así comienzo a un nuevo año pascuence. Además, los siete moais de Ahu A Kivi, las únicas estatuas de la isla de Pascua que miran al mar, habrían contemplado las estrellas de Orión justo cuando éstas se ponían sobre el horizonte marino, indicando también la llegada del nuevo año con la aparición de la luna nueva del mes de Anakena.

Una dificultad para la investigación es el hecho de que todos los moais fueron derribados en las guerras civiles que hubo en la isla en el siglo XVIII, y sólo comenzaron a ser reinstalados a partir de la década de los 50 del siglo XX. "De hecho el primero que los reinstaló fue el noruego Thor Heyerdahl en la playa de Anakena, y desde entonces se han restaurado moais en varias zonas, una de ellas con 15 estatuas", precisa el astrónomo. Pero la mayoría de moais permanecen derribados, con sus tocados rojos a varios metros de distancia, y la orientación sólo puede establecerse a partir de la plataforma en la que estaban situados. Hay pocos lugares en los que se percibe un alineamiento hacia el Sol, y curiosamente uno de ellos es el "ahu RA'AI" -RA'A significa Sol- en un emplazamiento desde donde se produce la salida y puesta de Sol en el solsticio de diciembre sobre dos montañas significativas de la isla.

"Es de los pocos lugares donde se encuentra este tipo de alineamiento y otros ahu incluyen el nombre de la Luna, mahina, pero no sabemos muy bien cómo era la influencia lunar en esta cultura", añade Belmonte. De la cultura rapa nui se conservan inscripciones, las tablillas de madera rongo rongo, pero el problema es que aún no han podido ser transcritas, aunque una de las más famosas podría tratarse de un calendario lunar, que nadie ha sido capaz de traducir con precisión.
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